lunes, 22 de febrero de 2016

Fragata magnifica (Fregata magnificens)


Los machos de fragata o rabihorcado son negros, destacando ligeramente su bolsa gular que, incluso plegada, deja notar su color rojizo.

Exultante, en un radiante día soleado de 2014, caminaba por la avenida Vieira Souto deslumbrado por la blanca arena de su famosa playa de Ipanema en Río de Janeiro. No puedo negar como mi memoria reproducía la conocida canción a cada paso, Garota de Ipanema, un tema que redobló la fama de esta maravillosa playa. Esta canción fue compuesta de modo espontáneo por Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes, dedicada a una muchacha que observaron mientras caminaba hacia el mar deslumbrándoles con su belleza y su mirada.
Garota es chica en brasileño y, mi garota, bueno, muchas más realmente, no caminaban por la arena de la playa, la sobrevolaban con sus negras y amplias siluetas. Eran fragatas o rabihorcados Fragata magnificens las aves o chicas a las que me refiero. Siluetas siniestras en cierto modo pero, muy seductoras para el observador. Piratas del aire dispuestas a arrebatar las presas a otras especies y, saqueadoras de nidos, son algunas lindezas características de su comportamiento. Desde el saliente de Pedra do Arpoador podía sentir toda la brisa aromática del Océano Atlántico, una gran roca adentrada en el agua y golpeada por sus suaves olas. Durante un buen rato, sentado en el duro granito, veía pasar las líneas desorganizadas de estas aves de 220 a 230 cm de envergadura, soportando un peso aproximado de 1200 a 1700 gramos. Algunos machos, ya portaban en sus picos finas ramitas para la construcción de sus nidos.

Macho de fragata seguido de una hembra y portando una ramita para su futuro nido.

Macho de fragata sobre un joven.

Desde sus plataformas, una vez terminadas, los machos dilatarán su bolsa gular de un intenso color rojo para llamar la atención de las hembras. Este proceso les supone un enorme gasto de energía.
Cada macho necesitará una agotadora semana para inflar y mantener su saco gular, pero el esfuerzo merece la pena, las hembras de fragata sólo crían cada dos años y únicamente ponen un único huevo por lo que son muy exigentes a la hora de elegir pareja. La exhibición del macho intenta convencer a las hembras de su vigor y resistencia, dos modalidades que le harán falta para sacar adelante a su escasa prole. La cría del único pollo las llevará entre 7 y 8 semanas y los padres tendrán que alternarse en el trabajo. La tarea es tan dura que, cada semana, en el nido, el adulto correspondiente perderá 1/5 de su peso, por lo que sólo los más fuertes podrán conseguirlo, y estos son, precisamente, los que han realizado el cortejo más llamativo.

Las hembras son de color negro salvo la zona pectoral.

Las jóvenes fragatas tienen la cabeza y zona ventral blancas, el resto del plumaje es negruzco.










Piquero pardo (Sula leucogaster), una de las especies parasitadas por las fragatas.



Si volviera a Ipanema, me gustaría encontrarme de nuevo con ellas, observarlas tumbado sobre el duro granito del pequeño cabo al final de la luminosa arena para verlas durante horas sostenerse a lomos de la brisa atlántica mientras van y vienen.


martes, 2 de febrero de 2016

LÚGANOS (Carduelis spinus)



Las huertas baldías se entremezclan con las productivas desordenadamente. Todavía quedan restos de las últimas cosechas recogidas y sin recoger; alcachofas y navideños cardos. También hay tablas labradas y atemperadas listas para cultivar.
Unos lúganos Carduelis spinus llaman mi atención al pulular discretamente por el ribazo del hortal. Poco a poco van invadiendo las ramas de una desnuda higuera y los sigo con mis prismaticos atentamente, temo que si los bajo para cambiarlos por la cámara de fotos éstos puedan ahuyentarse. Satisfecho de observar a los invernantes lúganos, tiento a la suerte y monto la cámara de fotos con el teleobjetivo. Curiosamente, los verdosos pajarillos me lo consienten. Agradecido, les prometo que intentaré sacarlos lo mejor que sepa y, no me puedo quejar con el resultado; ellos tampoco.
Bromas aparte, sabiendo que estos jilgueros verdes de alimentan de diminutas semillas extraídas de todo tipo de cardos con su punzante pico, semillas de píceas, amentos de  abedules y de alisos y otras semillas de hierbas, me sorprendo viéndolos desmontar los higos cerrados y, abiertos durante el verano por otros pájaros, separando y desechando la pulpa seca para consumir los minúsculos granos aprisionados en los momificados higos. Concienzudamente van trabajando los frutos con una habilidad sorprendente, extrayendo todas las semillas accesibles.

Hembra de lúgano (jovenes algo mas parduscos)

Macho de lúgano

Aunque hay un pequeño contingente de cría en España, se reproducen en bosques de coníferas del Pirineo, País Vasco, y zonas de Guadarrama, serranía de Cuenca y sierra de Cazorla de forma escasa pero regular. Cría principalmente en el centro y norte de Europa y visita el sur y oeste en invierno ante la escasez de alimentos. Dependiendo de la dureza de los inviernos llegan más o menos ejemplares a la península, provenientes del resto de Europa.

Hace años que, por fortuna, se erradicó la mala costumbre de vender fringílidos trampeados a las entradas de los supermercados. Recuerdo que compraba regateando precios los ejemplares más débiles. Tenía una enorme jaula en la galería de casa muy bien ambientada para recuperar a los pajarillos que traía. Uno de ellos fue un lúgano, al que tenía que comprar unas semillas especiales “negrillo” que devoraba con gran habilidad. Por fortuna se recuperó pronto, ya que esas semillas eran carísimas y hubieran supuesto la ruina de mi limitada economía.

Mereció la pena…









domingo, 17 de enero de 2016

Un solitario narciso blanco (Narcissus dubius)



Ayer sábado 16 de enero recorriendo la base de unos cortados de roca caliza en los límites del Sistema Ibérico, hallé en su base un ejemplar solitario de narciso blanco Narcissus dubius, ya no encontré ninguno más, aunque tampoco miré con detenimiento. Florece, según bibliografías consultadas, en febrero, marzo y abril, por lo tanto, con esta observación contamos con medio mes más de anticipación. De todos modos, no es de extrañar con el invierno acaecido y los almendros en flor, que dicha planta también se haya animado a florecer con tan excelente tiempo.

En Aragón es muy rara en el Sistema Ibérico y pirineos, y escasa en la depresión del Ebro. Por lo tanto, me felicito por el encuentro de una sencilla flor que me gusta muchísimo.

 





Más información:





martes, 12 de enero de 2016

El Águila de Bonelli que se libró de su anilla plástica


Pareja de Águila de Bonelli Aquila fasciata soleándose 

Tal vez, a causa del temor que provoca la disminución del Águila de Bonelli en el territorio español y, concretamente en el aragonés, observar a esta rapaz para disfrutar de su privilegiada estampa se ha convertido en un objetivo demasiado delicado. Incluso, sopesar la distancia para observar al ave siempre parece insuficiente para evitarle molestias, a pesar de existir la presencia humana allí donde la naturaleza se extiende y la blanca rapaz sea prudentemente permisiva con ella.
Digo esto porque, a veces, uno se excede con la distancia óptima para observarla y termina disfrutando de la blanca pechera de una piedra blanqueada por deyecciones de otras rapaces, aunque esté muy bien colocada en el habitual posadero como el Águila de Bonelli, si no se mueve, es una piedra.
 
Macho levanta el vuelo después de solearse por la mañana. El ejemplar de la imágen es el protagonista de la anilla de PVC; una rapaz entrada en años, por lo visto, bastante experimentada.

Quería contaros que, un ejemplar macho de Águila de Bonelli fue marcado con anilla alfanumérica amarilla de PVC; un material ligero y de gran resistencia. Dicha rapaz, desconozco cuándo fue anillada pero, si tuve noticia del tiempo que estuvo con la anilla aprisionándole los dedos cerrados a causa del intento de librarse el ave de dicho marcaje. Se calcula que estuvo de éste modo, con la garra inutilizada, cerca de dos meses y su supervivencia para la caza debió de ser un auténtico milagro. Finalmente pudo zafarse del incómodo plástico amarillo y podemos ver al ejemplar en vuelo, por fortuna, todavía activo en su serranía tradicional.

Me gustaría pedir, a quiénes corresponda, que no se involucren más en seguimientos científicos futuros sobre el águila de Bonelli si conllevan capturas y manipulación. Sabiéndose como se sabe, gracias a la enorme cantidad de datos compilados sobre esta rapaz, habría que protegerla ahora más que nunca eliminando los problemas que se mantienen sin resolver, y dejarla recuperarse en paz en sus dominios naturales. Basta ya de reiterativos estudios de campo con radio-marcajes y anillamientos con PVC, etc. para descubrir más de lo mismo. Hay que presionar para evitar la mala gestión de la administración con especies vulnerables, incidir más en los tendidos problemáticos para corregirlos, evitar los venenos en las zonas de concentración de jóvenes, vigilar sus territorios de nidificación, furtivismo, etc. Dejémonos de juegos eternos de investigación y, evidentemente, dejemos de ser un problema más para el Águila de Bonelli. 

Fotografías con objetivo 300mm y mucho recorte.



sábado, 2 de enero de 2016

El niño del cernícalo



Han pasado bastantes años desde aquel día, y a pesar del tiempo transcurrido, el recuerdo, muy presente, arranca en mí todavía una sonrisa de esperanza.
Había terminado un trabajo y me acerqué al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca en Zaragoza para ver a un conocido. En aquel momento, un vehículo se detuvo frente a la entrada del centro y se apearon dos personas; supuse que serían padre e hijo. Mientras el padre sacaba del maletero una caja, el niño aguardaba impaciente que concluyese la operación. Le pidió la caja tirando de su chaqueta a medida que avanzaban hacia nosotros. Esperábamos con curiosidad. La criatura alzó sus brazos ofreciendo la perforada caja a José Manuel, que abrió ligeramente para comprobar su contenido. Es un cernícalo, contestó. Les miró fugazmente retornando su mirada a la rapaz y presionó sus labios entre sí, asumiendo en silencio el desgraciado destino del cernícalo. Veremos lo que se puede hacer, añadió José Manuel dirigiéndose a rellenar el formulario de ingreso.

Joven del año de cernícalo vulgar Falco tinnunculus  

La rapaz había sufrido el impacto de un coche y estaba reventada. La lesión sangrante asomaba entre sus mandíbulas constatando la gravedad. 
No puedo olvidar el gesto del chaval justo en el momento de entregar al ave acomodada en la caja. La inocente sonrisa y el brillo de sus ojos lo iluminaban todo. Como el atleta que alcanza su meta, triunfante, así entendí su sensación del deber cumplido. Sé, que para aquel esperanzado niño el malogrado cernícalo estaba salvado una vez lo entregó en el centro. Sabía, confiado, que se ocuparían de él.
La rapaz murió por las graves lesiones, pero no así en el corazón del ilusionado chaval, esperanzado, que se lo llevó en la memoria de vuelta junto a su padre camino del coche.
Así se forja el amor y el respeto por la naturaleza, gracias a la voluntad de luchadores iniciados como el niño del cernícalo. Su padre, sonriente, lo miraba orgulloso. Que estampa.

Una vez más, y como siempre, gracias a todos los voluntarios por vuestro tiempo y empeño.



Uno de los grandes momentos para observar el progreso de las aves perfeccionando su vuelo es seguir a las rapaces salidas del nido en sus prácticas diarias. 
Esta pareja de cuatro hermanos, disfrutaba mucho durante sus vertiginosas persecuciones.



domingo, 20 de diciembre de 2015

El rastro del gavilán (Accipiter nisus)


Si hubiera llegado unos minutos antes, seguramente, habría escuchado el canto del zorzal común Turdus philomelos sobre la rama del almendro; bajo la cual ahora, yacen sus restos. Dudo por supuesto, que ante mi presencia, la rapaz viendo clara la escena hubiera desistido del ataque. Sobre todo, si la rapaz es un gavilán hambriento.
Hay dos rapaces desinhibidas capaces de finalizar su cometido, incluso, si un humano se halla cerca del escenario de caza; una es el esmerejón y la otra el gavilán. El gavilán es esa rapaz de ceño fruncido, de áspero carácter e irascible conducta. Sería ésta una breve y acertada definición de un ave de presa tan característica por malhumorada. El gavilán es, tal vez, la rapaz más odiada entre los paseriformes. Allí donde aparece en vuelo prospector, es abucheado y repudiado por todos los pajarillos que en ése momento lo ven pasar.
Cuántas veces lo he visto acosado por aviones comunes y roqueros, mitos, vencejos reales y comunes, en fin, una larga cohorte de enemigos germinando a su paso víctimas posibles de sus ataques impredecibles. También entra con facilidad en las peleas contra aguiluchos, cernícalos y córvidos como el cuervo que osan atravesar su territorio. El gavilán ataca en parques urbanos ante la mirada asombrada de paseantes. Acecha a los excursionistas siguiéndoles de cerca sabiendo que algún pajarillo levantará el vuelo a su paso. Una vez, un gavilán atacó a un escribano montesino que un grupo de tres personas ahuyentamos. La rapaz pasó entre nosotros a la atura de nuestra cintura y, más abajo, con las garras adelantadas se empotró en el rosal silvestre con toda la furia del momento donde el pajarillo se ocultó; no lo capturó.

Sí, así es el gavilán. Atesoro muchas observaciones suyas; si os topáis con él y no lo habéis visto nunca actuar, tomar asiento y esperar, os sorprenderá.



Los sesos de sus presas, un bocado especial que no desdeñan sus predadores



viernes, 27 de noviembre de 2015

Progenitoras de búho real y su punto más delicado


Un ejemplo de tranquilidad en esta hembra de búho real Bubo bubo que reposa fuera de su nido, habitado por dos pollos de tres semanas de edad, a pesar de observarla apartado y al descubierto desde mi ubicación. Evita de este modo, la cargante pesadez de sus pupilos.

El año pasado hice seguimiento de un nido de búho real en el cañón del río Mesa pero, las fotos hechas con telescopio por la escasa luz de aquella rinconada pétrea quedaron tan mal que decidí no publicar entrada. Puedo permitirme añadir fotos malas pero, en ningún caso malísimas.
Sin embargo, pensé que los que ojeáis este blog, tal vez no seáis tanto de fotos buenas y sí de curiosidades, aunque sean imágenes documentales francamente malas.
He decidido retomar el asunto para desvelaros de forma sencilla las pequeñas cosas acaecidas en un nido de búho real para saber cómo reaccionan ante mi presencia, aun siendo lejana, dichos moradores. Es un ejemplo de entre tantos nidos repartidos por toda la península cuyo comportamiento familiar, seguramente, no difiere demasiado. Sin lugar a dudas la hembra, la madre, juega el papel protagonista de la entrada, entendiendo que hay madres de búho real capaces de aguantarlo todo por su descendencia; otras, no tanto.

El macho se encarga de defender el territorio de otros machos competidores y aportar alimento mientras la hembra acomete la exhaustiva labor de proteger a los pollos de cualquier peligro. No hay que olvidar el desgaste que provoca, además, acompañar a las crías pequeñas soportando sus diabluras. He de reconocer que hay madres a prueba de todo. 

Las imágenes están captadas con una cámara acoplada mediante un cilindro a un telescopio Leica (con muy mal resultado). La distancia era bastante grande para no incidir demasiado en su conducta y los 60 aumentos fueron necesarios para captar aceptablemente las escenas; sin embargo, muchas fueron desechadas. El lugar fotografiado era umbrío, apenas había luz y utilicé el máximo de ISO. Por si fuera poco, las fotografías fueron ampliadas en Photoshop.

9/03/2014
Este recóndito nido  me permitió, siempre desde la misma distancia y ubicación (13 horas en 2 visitas), observar a la hembra incubando tranquilamente en su nido. La inadvertibilidad dependía exclusivamente de ella, al no soportar todavía el trasiego de su descendencia.
Durante este periodo, la hembra de búho real apenas receló de mi presencia.

16/04/2014
Todo cambió cuando los pollos se hacían grandes y controlarlos resultaba más problemático. Los pequeños, como todos los pequeños de todas las especies, tienen en común la curiosidad e inquietud; es eso lo que incomoda a la hembra que ya no depende de su inmovilidad para pasar desapercibida. Ahora, tenía que asumir el movimiento de sus pupilos en la oquedad,  por ello, su mirada apuntaba hacia mi posición temerosa de ser descubierta.

Hasta que no cesan los pollos de curiosear dando paso a una siesta relajante, la madre no dejará de señalarme con su mirada incisiva. Su control sobre mí es férreo.


Los angelitos están profundamente dormidos, y la progenitora aprovecha su quietud para dormitar merecidamente.


17/04/2014
En esta ocasión acudo a las 17´00 h de la tarde cuando la temperatura y la luz son más agradables gracias al sol. Los vástagos duermen, y su progenitora, alerta, termina cayendo en un leve sueño.


18/04/2014
Hoy es sábado y la gente aprovecha para salir al campo a caminar. El ruido y griterío por parte de este grupo inunda todo el barranco. A mi derecha, está la senda de largo recorrido por el que transcurren los senderistas.


La paciente madre pendiente de mi persona, cambia su atención dirigiéndola al grupo vociferante. Anoto que, mi figura conocida por la rapaz, pasa a segundo plano, priorizando como de mayor riesgo la nueva irrupción de enemigos potenciales para su prole.


Pasa la gente y, de nuevo, capto su atención. Mi inmovilidad le permite una pequeña siesta, aceptándome como un riesgo asumible. Cualquier sonido, de donde quiera que proceda, llamará su atención e instantáneamente seré su primer objetivo.


20/04/2014
Los pollos van descubriendo desde su lugar de nacimiento el mundo exterior. En este caso, anoté en mi cuaderno la atención de los pequeños ante una corza campeando y asentada en el lugar. La hembra, por el contrario, vigilaba mi posición atentamente.
No podéis imaginar la pesadez con la que actúan los vástagos contra su madre: le picotean las garras, el plumaje, el pico. A veces, se lanzan sobre sus rectrices y rémiges emulando una secuencia de caza, ésta reacciona cambiando de lugar nerviosa por la actitud de su prole dado el riesgo que provoca el alboroto ante mi presencia.

02/05/2014
Este día me llevo una grata sorpresa. Con el mal que dan los pequeños, veo a la hembra descansando en la oquedad grande pegada al lado derecho y sola. Tendrá un día completamente relajado puesto que su descendencia no está con ella.

Aunque el pollo de la izquierda me vigila, la hembra descansa tranquilamente sola.


Poco más de una hora después, la pesadilla aparece de nuevo en el nido. Los pequeños terremotos desmontan la paz con su presencia. La hembra que estaba pegada en el extremo derecho es empujada al medio...

...uno de los pollos picotea su plumaje abdominal, el otro los penachos, el pico, las alas et. La paciente madre, desalojada de su rincón, aguanta como puede la compostura sin saber cómo pararlos. Tremendo…

10/05/2014
Otro nuevo día y descubro que el pollo del lado izquierdo ha tomado el hueco como habitación individual. Me vigilan atentamente él y la madre, el otro prepara sus trastadas practicando como futuro cazador.

En brazos de Morfeo y, con la tranquilidad garantizada en su espacio particular, nada tiene que temer respecto a posibles molestias del hermano. La hembra y su otro descendiente me observan expectantes.

Ha provocado bastante algarabía el pequeño antes de alcanzar el sueño en la imagen. Con la pesadez empleada por el pollo, la madre ha sido desplazada del lado izquierdo terminando acorralada en el derecho.


24/05/2014
Por fin los pollos se han quedado solos. A las 8´26 horas descubro a uno de los ejemplares acurrucado contra el lado derecho, lugar predilecto de su progenitora. Parece temeroso al estar sólo. A su hermano no lo veo por ningún lugar cercano.

Diez minutos más tarde aparece, seguramente, después de investigar el terreno cercano.
Me da la impresión de que los machos son más exploradores que las hembras. Quizá forje su comportamiento la herencia genética, encauzándolo como futuro conquistador de un territorio donde asegurar su descendencia.

Curiosamente, el atemorizado y solitario pollo se activa con la llegada de su hermano. Ahora los dos, comparten el mismo interés en controlar al intruso humano. Más tarde, me aceptan como un ser más del paisaje.


07/06/2014
Es el día de abordar el nido vacío para comprobar las sorpresas que depara su interior.

La mayoría de las plumas corresponden a cuatro búho chicos Asio otus (1 adulto, 1 joven y 2 pollos); otras especies son: un cárabo Strix aluco, un cernícalo vulgar Falco tinnunculus y un pico picapinos Dendrocopos major. El resto corresponde a micromamíferos y lagomorfos.